martes, 18 de marzo de 2014

La joven del agua (Lady in the Water, 2006)

Introducción

Con esta película no voy a perder más tiempo del necesario. No es mi tipo de cine, ni mi tipo de historia, ¡qué le haremos! Con un visionado y un bloc de notas he tenido suficiente esta vez. Enseguida recuperaré el ritmo de análisis de guiones habitual. 


Lo que es la historia...

Lo que es la historia deja bastante que desear. Vamos por partes.



Toda la secuencia inicial, la llegada de Cleveland, es aburrida a matar. No aporta nada, puesto que para presentar esa ambientación bastarían unos pocos fotogramas. Además, nos encontramos con un protagonista que no tiene ningún objetivo concreto, ni corre ningún riesgo: ¿qué peligro tiene para él ese puesto? ¿Qué hubiera pasado si hubiera ignorado por completo a la ninfa? 

Falta cohesión en la atmósfera de la historia. Se ha querido juntar un mundo fantástico, con sus propias leyes, como Las crónicas de Narnia, con la piscina de una urbanización de lo más aburrida. ¿Resultado? Aburrimiento y ninguna credibilidad. Además, el hecho de recurrir a tantos personajes (que todos ellos cuentan como un "protagonista múltiple"), sin profundizar en casi ninguno, ya es señal de que algo no funciona.

Uno de los grandes problemas está en lo que McKee llama incidente incitador. Aparece una ninfa en la piscina. El problema es que eso no proyecta una escena obligatoria. ¿Qué es lo que tiene que pasar para que acabe bien? ¿Que la ninfa regrese al agua? ¿Que no regrese? ¿Qué pasa si no encuentran al Elegido? Respecto al incidente incitador, tal vez debería haber sido el "tienes una misión", ya de entrada. Como espectadores no percibimos la búsqueda de una solución; la vamos descubriendo demasiado progresivamente. Hubiera tenido más sentido que se tratara de una búsqueda a contrarreloj: "la ninfa morirá en tres horas a no ser que...". Por ejemplo, en Melancholia, de Lars von Trier, sí percibimos que el mundo está en peligro y necesitaría de una salvación. En esta película, el mundo está bien tal y como está; de hecho, la única "anomalía" es la misma ninfa. 

Para terminar, el clímax. Ese momento, anticipado de algún modo, en que el protagonista (Cleveland) se enfrenta a la monstruosa fuerza del antagonismo (el lobo malvado). Sin embargo... Dos minutos de reloj. Eso es lo que dura. Es, francamente, decepcionante. Podemos sentirnos vilmente engañados. 


... y lo que pudo haber sido.

Vamos a la escena en la que el crítico muere (siento el spoiler). Antes de hacerlo, suelta un ingenioso discurso sobre "qué suele pasar ahora en una película". Y pensé que si toda la película hubiera venido hilada por un discurso de ese estilo, metacinematográfico, de actores hablando de qué debería suceder en una película, otro gallo hubiera cantado. Pero se trataría, claramente, de una película totalmente distinta. 

También, aunque esto va más allá del guion, se podría haber dotado a toda la atmósfera de un aire más fantástico. En Narnia, por ejemplo, en cuanto entran en el armario, sí hay un mundo fantástico, con criaturas y con todas sus leyes. O en Harry Potter, o en cualquier fantasía que se precie. Pero lo de intentar pegar con cola una aburrida urbanización con no-se-qué fábulas de ninfas y profetas, cuesta de creer. No nos metemos en ese mundo en ningún momento. 


Deus ex machina y faltas de verosimilitud

Sólo por enumerar algunos:
  • Da la casualidad de que una vecina oriental, oportunamente colocada ahí, le cuenta a Cleveland ese cuento infantil que resulta ser la clave de todo el misterio. 
  • La búsqueda de un escritor entre toda la comunidad de vecinos es muy forzada. Si fuera una concentración de eruditos, tendría sentido. Pero todo es tan "necesitamos un sabio de...", "oh, vaya, resulta que el vecino del sexto...".
  • Información metida con calzador en los crucigramas. "Palabra de ocho letras que significa tomar forma corporal". O lo de los cereales. Por favor...
  • Cleveland aguanta tres minutos bajo el agua sin coger aire.
  • El interés que de repente tienen los vecinos en resolver este problema es abrumador. Ya sería mucho que uno de ellos se detuviera a escuchar al chiflado de Cleveland, a no ser que realmente percibiera que es una cuestión de vida o muerte. 

martes, 4 de marzo de 2014

Querido John (Dear John, 2010)

Introducción

El guion de Dear John es una adaptación por parte de Jamie Linden de la novela homónima de Nicholas Sparks, el escritor de la conocida El diario de Noah (The Notebook), con la cual, como veremos, Dear John guarda un notable parecido estructural. 

Logline: un soldado de permiso (John) y una estudiante (Savannah) se conocen de casualidad y se enamoran perdidamente, pero el soldado debe regresar a la guerra. Aun así, deciden apostar por guardar la ausencia del otro, cuidando la relación desde la distancia. Aunque ésta se prolongue más de lo esperado. 

Idea controladora: el amor puede ser más fuerte que el tiempo y la distancia. 

Como veis, seguimos con los dramas románticos, pues estoy trabajando en mi primer largometraje y me interesa ver qué estructuras se han hecho antes, cuáles han funcionado mejor, etc. Además, me ha sorprendido ves en esta película un tipo de subtrama que yo había incluido en mi guion. Al final, como suelen decir, las historias humanas son siempre las mismas. 



Tramas

Trama amorosa John-Savannah 

La trama principal coincide con la subtrama amorosa John-Savannah. Mientras visionaba la película, hice un esbozo de cuáles son los puntos clave de la relación. La flecha hacia arriba son puntos positivos y la flecha hacia abajo, los negativos. La longitud de la flecha tiene que ver con la cantidad de positividad/negatividad que ese acontecimiento añade a la subtrama. Quizás no se entiende muy bien la letra!


Para simplificarlo un poco, os transcribo aquí los puntos más cruciales:
John y Savannah, tras descubrir que están hechos el uno para el otro, se dan el primer beso (DETONANTE) -> John, al fin, se tiene que ir un año; lo afrontan con entusiasmo (GIRO 1) -> John regresa con la mala noticia de que tendrá que irse dos años más; Savannah se indigna, pero le perdona, resignada (MIDPOINT) -> Tras meses sin recibir cartas, John recibe una carta de Savannah en la que le comunica que no puede seguir con esta relación; se ha comprometido y va a casarse (GIRO 2) -> John regresa y, al fin, va a verla. Savannah le pide perdón. John se va, fríamente. (ANTICLÍMAX) -> Ella le escribe, arrepentida. Al cabo de un tiempo se reencuentran de casualidad y se dan un abrazo (CLÍMAX).

Subtrama John-Padre

Esta trama está inteligentemente mezclada con la principal. Savannah tiene especial sensibilidad por las personas "especiales" (autistas), como es el caso del padre de John, que ahora mismo no es más que un estorbo para su hijo. John aprende a valorar y querer a su padre viéndolo a través de los ojos de Savannah; esta reconciliación con la propia vida es un rasgo indiscutible del amor verdadero. Punto a favor del guion.

Veamos, para empezar, el backstory de esta relación:
De pequeño, John se encuentra una moneda híbrida -> Va con su padre a un anticuario. Les dice que algún día valdrá muchísimo -> Se dedican juntos a coleccionar monedas y buscar más híbridas -> John crece; olvida las monedas y pasa de su padre -> Padre se obsesiona por las monedas, su único pasatiempo ahora -> John no soporta a padre, y no tienen más que broncas.
Ahora veamos cómo termina la subtrama desde el comienza del relato de Dear John:
John está de permiso en casa; apenas hace caso a su padre -> John presenta a Savannah a su padre, por insistencia de ella. Ellos dos congenian muy bien, aunque a John le dé rabia -> Padre también va a el aeropuerto a despedirle -> Savannah cuida al padre mientras John está en la guerra -> Padre tiene que conocer a los de Savannah, pero se pone nervioso y se baja del coche; hace perder tiempo al único día de permiso de John -> Tim hace caer en la cuenta a John de que tiene suerte de un padre así -> Padre va a despedirse de John, afectuosamente -> John, en Afganistán, recibe noticias de que su padre está moribundo y va a verle -> John le escribe una carta y se la lee; pensó en él cuando estuvo a punto de morir en la guerra. 
El único gran agujero para con esta relación es la siguiente contradicción: John se empeña en prorrogar su estancia en el ejército porque Savannah está con otro. Pero luego John le dice a su padre que, cuando estuvo a punto de morir, pensó en él. No tiene sentido que no hubiera ido antes a verle.


Subtramas con Tim y el "Pagafantas"

Savannah-Tim: crecieron juntos y ella no puede evitar sentir un gran cariño hacia él, debido a su enfermedad. Por eso, al no estar John, a Savannah le pueden los nervios y termina accediendo a casarse con Tim. Aunque, después de la reaparición de John, Savannah deja amistosamente de vivir con él.

John-Tim: quizás la subtrama más compleja, debido a la enfermedad de Tim. Tim protege mucho a Savannah (amenaza, en broma, con partirle la cara a John si le hace algo a ella). Sin embargo, el peculiar personaje de Tim sirve para que John aprecie más a su padre y para, en el tercer acto, confesarle que Savannah sigue enamorado de él.

El Pagafantas: (no recuerdo el nombre del personaje; es el "pretendiente" del principio). Hay un grave problema con este tío: no es un rival de verdad. Desde el principio queda claro que John tiene vía libre con Savannah; el Pagafantas es una subtrama desperdiciada, casi roza lo cómico por las muecas que pone cuando ve a Savannah con John. Después, en la fiesta en casa de Savannah, resulta que ella ha invitado al Pagafantas porque es vecino; ¿realmente a John debería preocuparle? Distinto sería que fuera su ex o algo por el estilo. Por eso, la gran y última consecuencia de esta subtrama mal aprovechada, es la carta letal que Savannah envía a John: está comprometida. Por la reacción de John ("no dice quién, pero me lo puedo imaginar"), entendemos que piensa que se ha casado con el Pagafantas. Pero para el espectador es fácil deducir el gran "giro sorpresa" de que se trata de Tim. Y todo esto por no sembrar antes algo más de afecto o confusión de Savannah respecto al Pagafantas.


Mal final, mala película

Me atrevo a aventurar por qué está película ha tenido tan mala crítica. Además de que, inevitablemente, repite una serie de tópicos del drama romántico a distancia que calan mucho más en El diario de Noah, llega un punto en el que la historia pierde todo el interés. 

Empieza a tambalearse cuando, de golpe y porrazo, ella le comunica que va a casarse con otro. No olvidemos que se trata de una estudiante universitaria y que, además, está enamoradísima de John y ha aguantado un año amándole en la distancia. La última vez les hemos visto haciendo el amor apasionadamente, y de repente, al cabo de diez minutos de película, ella anuncia que se casa con otro; como espectadores, cuesta creerlo. Pero aun así, ¡venga! Admitimos que a ella le han podido los nervios y seguimos adelante con la película.

Cuando John regresa a Estados Unidos y después de fallecer su padre, se presenta, de sorpresa, en casa de Savannah. Y ella le recibe como si nada. Como si se tratara de un viejo amigo que pasaba por ahí. El gran problema es que, como espectadores, no nos hacemos a la idea de que han pasado seis años. Ese reencuentro quizás es lo que más me ha chirriado de la película. Cuesta creer, así, que no deje notar ningún tipo de nerviosismo o remordimiento.

Por último, el abrazo final, el clímax. Se supone que debe ser el colofón, que debe hacer que toda nuestra expectativa se cumpla y salgamos de la sala suspirando "¡qué bello es el amor!". Sin embargo, después de una carta de ella en la que admite que ya no tiene derecho a saber nada de él y le pide perdón, se reencuentran de pura casualidad y, sin decirse nada, se abrazan. Y funde a negro con suaves teclas de piano. ¿Y ya? Hubiera tenido más fuerza, incluso, dejar que no se vieran más. Que la historia terminara con la carta de Savannah y la esperanza de que, tarde o temprano, se volverán a ver. O de que se amarán por siempre jamás aunque no puedan estar juntos, y Savannah no quiera estar con ningún otro hombre por fidelidad a él, ante lo que tendríamos un entrañable drama. O, puestos a dar un final feliz, debería haber sido Savannah quien, tras buscar desesperadamente, consiguiera dar con el paradero de él y saltar a sus brazos, mientras él termina la carta, llorando y cubriéndole de besos, en lugar de ese reencuentro tan absurdamente casual. Porque este final tan moñas y tan inmerecido, sobre todo para Savannah, no resulta satisfactorio para nadie, por mucho que trate de amenizarse con la música. Y no tiene sentido que luchen más por su amor en los actos 1 y 2 que en el 3 (el riesgo al que se enfrenta el personaje debe crecer progresivamente, no menguar), porque, realmente, era mucho más bello el reencuentro en el aeropuerto en el minuto '46. También es el peligro de jugar con varios reencuentros (tres en total); el interés dramático va disminuyendo, y si no te dejas lo mejor para el final, ocurre lo que, lamentablemente, ha ocurrido en esta película.